Anarquia

ANARQUISTA ES, POR DEFINICIÓN, QUIEN NO QUIERE ESTAR OPRIMIDX Y NO QUIERE OPRIMIR; QUIEN QUIERE EL MÁXIMO BIENESTAR, LA MÁXIMA LIBERTAD, EL MÁXIMO DESARROLLO POSIBLE PARA TODOS LOS SERES HUMANOS.

viernes, 1 de abril de 2011

¿PARA QUÉ SIRVE LA UNIVERSIDAD BURGUE­SA?


Desde siempre las universidades burguesas han sido los centros de formación de los cuadros técnicos, medios y superiores, para la gestión de la sociedad capitalista. Asi­mismo es en las universidades, junto con otros centros de generación de ideas (“think thank” se llaman hoy día), en donde se elabora la justificación ideológica del capitalismo y en donde se generan las ideas para conseguir soste­nerlo pese a la sucesión de crisis, económicas y sociales, que el propio sistema genera. En este artículo trataremos de responder para qué sirve la universidad burguesa, así como también responderemos a la siguiente pregunta: ¿para qué nos puede servir a los anarquistas la universi­dad burguesa?

LA UNIVERSIDAD DEL CAPITAL
Desde una perspectiva general, la universidad burguesa tiene una doble función: por una parte la docencia y por otra la investigación (ligada o no a la docencia). Estas funciones, la generadora de conocimiento (investigación) y la difusora de dicho conocimiento (docencia), están lógi­camente influidas por los valores y las estructuras capi­talistas que utilizan a la universidad como la herramienta de reproducción cultural más potente de la que dispone el sistema. En este sentido, como hemos dicho al prin­cipio, en la universidad se forman los cuadros medios y superiores que gestionaran el capitalismo y el Estado, es decir, ahora se están formando a los gestores futuros del capitalismo (y en gran medida a los mayores defensores del mismo). Conviene aclarar que hasta cierta edad (40-50 años) estos cuadros medios y superiores no están en disposición de ocupar los lugares clave para la gestión de las empresas, el Estado y los organismos pro-patronales 9
y/o paraestatales de la sociedad civil. Es por ello que a todo el periodo de formación universitaria hay que sumarle algunos años de ampliación de estudios y experiencia laboral para poder escalar hacia los puestos de responsa­bilidad dentro de la sociedad capitalista.
Por otra parte, la universidad tiene una capacidad de acu­mular y movilizar recursos (económicos y humanos) muy importante, de ahí su centralidad para la perpetuación del capitalismo. Las universidades públicas se financian principalmente con dinero del Estado y de las empresas, y es por ello que nunca fomentarán un tipo de conocimien­tos que vayan en su contra, aunque la estructura pública pueda mediatizar y permitir ciertos nichos de “disiden­cia”. Hoy en día estos reductos de profesores “disidentes”, principalmente marxistas, ya se están liquidando a mar­chas forzadas, ya sea por una liquidación ideológica post-transición española y gracias a la ideología “europeísta” (algunos se han moderado o directamente se han pasado al liberalismo más duro) o por una no-renovación genera­cional del profesorado auténticamente “de izquierdas” de­bido a que las generaciones presentes no se han formado ideológicamente de la misma forma. En muchos casos esta liquidación es debida a la propia dinámica profesional (el marxismo o el anarquismo ya no están de moda en la academia), a sucumbir a los suculentos incentivos mo­netarios y otras prebendas, así como a las relaciones de poder en los departamentos, cada vez más copados por defensores acérrimos del sistema dominante.

EL ALUMNO COMO UN PRODUCTO

Los estudiantes en la universidad burguesa son “capi­tal humano” en formación, que pasarán a ser objeto de explotación en las empresas una vez finalizados los es­tudios. Esta explotación, en el sentido clásico de apro­piación del empresario del excedente producido, se da cada vez de forma más evidente en la economía colombiana dando lugar al fenómeno “mileurista” que no es más que 10
Trabajadores con estudios universitarios cobrando salarios de mierda en relación con el nivel de vida, salarios que tampoco se corresponden con los conocimientos adquiri­dos y aplicados a los puestos de trabajo, muchos de ellos de alta productividad.
Pero donde más evidente es la condición de producto del alumno es en la dinámica general de las clases. En ellas no se permite, con la mayoría de profesores, el debate ni la reflexión. El alumno toma la materia como un producto que tiene que memorizar y digerir sin cuestionarse dema­siadas cosas si quiere superar la carrera de obstáculos. La universidad burguesa y sus “profesionales” de la docen­cia, en general, no incitan a pensar al alumno, a cuestionarse la materia impartida, y mucho menos a cuestionar el sistema capitalista en aquellos estudios que toman un enfoque social.
Son pues el autoritarismo y el control ideológico, dos de los rasgos definidores del sistema de enseñanza uni­versitario burgués. Por otra parte, no parece que con la implantación del sistema europeo, que propugna menos clases magistrales y más trabajo personal del alumno, se vaya a resolver el control ideológico en las materias. Mucho menos se va a modificar la estructura de planes de estudio, más enfocados a los intereses investigadores de los profesores y del capital (a menudo coincidentes), que a dotar a les estudiantes de herramientas para su desa­rrollo intelectual y profesional.
Debido a todo ello, es imprescindible el desarrollo de un sindicato estudiantil libertario, como estructura organiza­tiva estable e independiente, que sirva de contrapeso a los sindicatos estudiantiles reformistas (nacional-leninis­tas y socialdemócratas). Este sindicato estudiantil puede generales que conciernen al movimiento estudiantil (in­cremento de las tasas, leyes universitarias, etc.), pero también es importante, por el vacío existente de una organización así, que haga tarea propiamente sindical y 11
se pueda dedicar a ser un instrumento de defensa en la lucha por una enseñanza racional y libre en el seno de las aulas.
Así pues, mediante el impulso del debate dentro del aula o de conferencias y cursos fuera de ella (impartidas por miembros del Movimiento Libertario), es cómo podemos ejercer un contrapeso a la enseñanza autoritaria. De la misma forma, entre otras iniciativas, organizando sesio­nes de estudio para las diferentes asignaturas, es como se pueden fomentar los lazos de solidaridad e introducir el debate entre aquellos compañeros de estudio que quieran aprobar y también aprender.

ANARQUISTAS EN LA UNIVERSIDAD

Sin embargo, y pese a todo lo dicho, considero que para les anarquistas es interesante el paso por la universidad, por varias razones que paso a
Enumerar:
1) En cuanto a la materia, aun teniendo en cuenta que la mayoría de enfoques serán pro-capitalistas, probable­mente los estudios relacionados con las ciencias sociales son a en llamar más la atención y los que nos pueden ser más útiles para comprender a fondo el funcionamiento de la sociedad capitalista, paso previo para proceder a luchar por su destrucción. Sin pretender ser exhaustivos, estu­dios universitarios de sociología, ciencias políticas o his­toria nos pueden suministrar herramientas amplias para comprender como funciona la sociedad.
Estudios como economía, administración de empresas o derecho, nos ayudan a comprender mucho mejor unos aspectos social. También son interesantes los estudios relacionados con la psicología, la pedagogía y la educa­ción en general por ser ésta uno de los fundamentos de la reproducción social. Por otra parte el periodismo y las ciencias de la información son interesantes para entender cómo se difunde y percibe la información en una socie­dad de masas. Por último, existen otros tipos de estudios 12
como la medicina y el resto de ciencias de la salud, nece­sarias para nuestra supervivencia o también la informáti­ca u otras ingenierías que trabajan aspectos fundamenta­les para la sociedad del futuro.
2) Realizar estudios universitarios no solo nos da herra­mientas para conocer a fondo la sociedad capitalista (al­gunos estudios más que otros, unos de forma más gene­ral y otros más a fondo en aspectos más concretos) sino que nos capacita para desarrollar profesiones a las que no se puede acceder sin un título universitario.
Estas profesiones suelen ser precisamente en lugares cla­ve para la perpetuación de la estructura social capitalista (abogados, economistas, sociólogos, médicos, psicólogos, informáticos, ingenieros, profesores varios, etc.) y nece­sario es que les anarquistas tengamos también presencia dentro de estos oficios clave para poder enriquecer cono­cimientos y experiencia profesional, útiles antes, durante y después de un período revolucionario.
3) Es un espacio perfecto para la socialización con compañeros, más o menos afines, que también nos puede enriquecer mucho personalmente. Asimismo es un espa­cio idóneo para trasladar nuestra propaganda y conseguir nuevas adhesiones al movimiento libertario. Muchos de los jóvenes colombianos pasan por la universidad por lo que es un espacio en donde “hay que estar”.
4) El paso por la universidad es positivo también porqué ayuda a entender cómo funciona la universidad y por medio de qué incentivos se reproduce el centro de forma­ción de los cuadros técnicos de la sociedad capitalista. Se puede llegar a comprender, adaptándolo a las particulari­dades de cada disciplina, cómo se desarrollan los meca­nismos de reproducción ideológica.
5) Unos estudios superiores nos dan conocimientos am­plios de nuestra disciplina, aunque también de otras si somos lo suficientemente curiosos. Por otra parte nos da herramientas para profundizar hasta donde queramos y 13
para facilitar el autodidactismo. El disponer de bibliotecas ampliamente especializadas, tener contacto con expertos y gente con inquietudes, nos ayuda en toda esta tarea. En general nos ayuda a comprender también como pien­sa el enemigo, así como nos facilita conocimientos para estructurar un discurso y una praxis en su contra.
6) El paso por unos estudios universitarios es casi impres­cindible para desarrollar herramientas solventes de edu­cación popular y libertaria por todo lo comentado ante­riormente. Como es sabido, en nuestra voluntad de hacer la revolución social, es imprescindible disponer de dichas herramientas culturales y de formación como complemen­to al resto de luchas sindicales y sociales.
CONCLUSIONES:
El movimiento obrero revolucionario requiere de profe­sionales en todos los ramos y disciplinas. Si nos atene­mos a los datos estadísticos, aproximadamente el 40% de las personas con empleo en Colombia, ocupan actualmente puestos de trabajo como técnicos medios y administrativos. El resto son trabajadores manuales: agrícolas, de la industria y la construcción y de servicios. Por ello deberíamos adoptar como una decisión, a la vez personal y estratégica para nuestro movimiento libertario, el realizar estudios universitarios sobre todo en aquellas disciplinas que más de utilidad nos pueden servir como forma de apoyar el anarquismo. Con todo lo dicho, creo que es positivo el paso por la universidad aunque no queramos dedicarnos profesional­mente a la disciplina que estudiemos. Establecerse en cualquier oficio que nos guste es positivo, de la misma forma que lo es tener unos conocimientos a nivel universitario de cualquier disciplina. Mientras no tengamos universidades libertarias donde se desarrollen los aspectos de docencia e investigación, la universidad burguesa continua siendo una institución básica para 14
Llegar a un cierto nivel de formación. Es necesario en este sentido que les anarquistas nos esforcemos tanto a construir como a llenar de contenido herramientas cultu­rales y formativas como ateneos, centros de estudios e institutos libertarios. Es en estos espacios donde cualquier trabajador puede formarse suficientemente en variados aspectos, también ideológicamente, y en donde es posible compartir los conocimientos, incluso entre personas que ya dominan una disciplina: alguien con conocimientos por ejemplo de historia social (con toda su amplitud), proba­blemente no llegue nunca a conocer a fondo la dinámica y los entresijos del aparato económico capitalista (y vi­ceversa), sencillamente porqué no lo podemos llegar a saber absolutamente todo, es de prepotentes y necios pretenderlo, y porque el desarrollo intelectual, paralelo al desarrollo de la complejidad de la sociedad, es muy am­plio. Por lo tanto es importante que estos conocimientos sean sintetizados por parte de quienes mejor preparados estén para ello, y compartidos con el resto.
Este artículo es, no se equivoca el lector/a, una apología para que les anarquistas, se conciencien de la necesidad de los conocimientos para hacer la revolución, y de la conveniencia de no rechazar la oportunidad de conseguir­los en el marco de las universidades burguesas. Asimis­mo pretende convencer de la necesidad de la formación e investigación permanentes, adaptando estas a nues­tra ideología libertaria, para llegar a cotas superiores de conocimiento del mundo que nos rodea y de la forma en como transformarlo.
Texto Original De: Aitor Mena

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